19 de marzo de 2015

Sortija 5




Se despertó agitada, con la incertidumbre y el desconcierto del sobresalto; y le sucedió ese breve instante de no poder distinguir lo real del sueño.

Miró lentamente a su alrededor, buscando reconocer los objetos, las fotos en sus portaretratos, la ropa en el piso, la ventana abierta por la que entraba el olor a mar y, corriéndose el pelo pegado a la frente por la transpiración, cerró fuertemente los ojos buscando aferrarse a las imágenes que había vivido mientras dormía.

Y de a poco, a medida que calmaba su respiración, fue reconstruyendo el mensaje: ahora sabía que amaba a un hombre que se estaba muriendo; un hombre al que no conocía, al que nunca había visto.