19 de marzo de 2015

Sortija 6


¿Será esta noche mal soñada la que se arrima sigilosa tratando de capturarme?

¿Este sueño mal dormido el que insiste en conservarme despertando?

¿O este amanecer que se vislumbra nefasto, será el culpable de un grito acallado en tu oído?

Las preguntas me atacan, se sublevan sin conmiseración y ya no me queda un espacio en blanco para pensar las respuestas.

¿Es, entonces, mi miseria un antídoto para el miedo?

¿No debería intentar tenerte entre mis labios?

¿O es que debería perderme sin intentar encontrarte?

No.

Sí.

No lo sé.

¿Es que me quedan imágenes de ese sueño o ya es mi imaginación la que habla?

Y el terror de verme en tu mirada, paraliza mi cuerpo, petrificándolo

quizá haciendo que se sueñe más liviano

quizá nada.

¿Será que la luna sigue siendo gris?

¿O se habrá diluido en el oscuro cielo?

¿El rojo habrá dejado de ser rojo?

¿Habrá empezado a llamarse a sí mismo “ausencia”?

¿Cómo lo sabré?

¿Habrá dejado de tener sentido la aventura, el riesgo, los pies temblando en el aire?

Ahora, cuánto daría por un empujón en la espalda, una risa que me distraiga o el tintineo de los cristales brindando, un piano tocando, un vocablo soledad en una posdata.

Una respuesta de a ratos, que se aleja y no llega.

Y deben ser esta noche mal soñada

este sueño mal dormido

este amanecer nefasto

los que tocan a mi puerta y no permiten el olvido.